A los diez años y seis meses de servicio los perros policiales deben colgar el uniforme e integrarse a la vida civil. En una solemne ceremonia que le llevó banda de música y desfile en cuatro patas, se despidieron dos viejos y queridos animales que pasarán sus últimos días en casa de sus instructores. "Matías" sirvió a Carabineros junto al suboficial Manuel Salvador Spring. El animal nació en 1998 y trabajó durante 6 años en Cartagena. En su currículo sale que participó en la detención de 27 patos malos. Una tórrida noche en la Playa Chica, entremedio de cáscaras de melón y cajas de vino, fue la estrella de un control de identidad donde tuvo que desenfundar su dentadura porque unos tontos intentaron agredirlo. El suboficial incluso contó, "con mucho respeto", que se sentía más seguro junto a su compañero perro que con otro carabinero. Dijo que "Matías" es como de su familia y la relación con el próximo animal que tenga a su cargo no será lo mismo. "Es como el primer amor". El otro veterano que colgó la correa es "Cen". El súper perro sirvió en La Cisterna y participó en la detención de 37 cumas. Su instructor contó que su plato favorito eran los delincuentes, porque nunca mordió a gente honesta. Lo cuático es que ambos ancianos nunca le han visto el ojo a la papa. Su servicio incluyó votos de castidad, porque otros afortunados son los encargados de reproducirse. Ahora podrán buscar polola, pero, según sus instructores, ya están viejos para esos trotes.
Fuente: LaCuarta.cl [más fotos]
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